viernes, 22 de mayo de 2015

AL TELÉFONO CON JORGE URDIALES

Si hay alguien que sepa de Miguel Delibes, ése es el experto Jorge Urdiales, profesor de Lengua y Literatura Española del Colegio Internacional SEK-El Castillo. Nació en Madrid en 1969 y es licenciado en Filología hispánica y doctor en Ciencias de la Información.  Investigador incansable de la obra de Miguel Delibes, escribió el Diccionario del castellano rural en la narrativa de Miguel Delibes y del Diccionario de expresiones populares en la narrativa de Miguel Delibes. Ganó el Premio de Periodismo “Provincia de Valladolid” 2011. y creó las Rutas de Delibes. Su entrevista con Periodistoides desvela aspectos poco conocidos del autor vallisoletano y su propia experiencia como profesional al respecto.

Pregunta: ¿Por qué se decidió por estudiar a Miguel Delibes en su tesis?

Jorge Urdiales: Mis abuelos son de un pueblo de Valladolid y tira la patria chica. Soy filólogo, y el tema del lenguaje rural de Miguel Delibes se había trabajado poco. A partir de ahí y ante la necesidad de hacer algo interesante para los demás me puse con ello. Tenía tanto por investigar... Y a raíz de ello, viene todo lo demás, su vida, su obra, investigar a Delibes en profundidad.

P: Usted ha publicado un Diccionario del Castellano Rural en la Narrativa de Miguel Delibes, ¿por qué un diccionario de esta naturaleza? ¿Qué acogida está teniendo?

J.U.: Me di cuenta que había muchas palabras rurales que nombra Miguel Delibes que no aparecen en la Real Academia, ni en un diccionario normal. Por eso me puse a investigar por lo pueblos de Valladolid preguntando a la gente mayor. Con ello conformé más de 300 palabras que no estaban investigadas, aportando su definición. Además incluyo 46 definiciones del propio escritor, ya que hubo unas cuantas últimas que ni siquiera eran conocidas. Eran palabras de otras zonas, de León, de Burgos o de otros sitios. Se me ocurrió escribir al propio Miguel una serie de cartas preguntando por cada una de las definiciones.
El diccionario va por la quinta edición y ha ido muy bien, gusta mucho, sobre todo en los pueblos. Pues algunos de sus mayores siguen, en algunos casos, usando esas palabras.

P: Usted es profesor, ¿cómo explicaría Miguel Delibes a un niño?

J.U.: Pues muy sencillo. Cogería la versión para niños que se hizo sobre El Camino y a partir de ahí, empezaría a explicar los personajes infantiles, sin entrar en temas de caza para que no se pierdan. Les diría que Delibes es un escritor excelente, por eso tuvo 50 libros publicados; que además supo manejar el lenguaje como casi nadie, y más en concreto el lenguaje de Castilla. Es decir, un es estilo muy sencillo y asequible para los niños. Igual en el lenguaje no tanto.

P: ¿Se ha topado alguna vez con el argumento de tosquedad o aburrimiento en los libros de Delibes?

J.U.: Indudablemente, los libros de caza, a quien no es cazador, gustan un poco menos, son crónicas de las jornadas de caza una tras otra. Otros, como Cinco horas con Mario, a alguien de 15 años pueda resultarle aburrido, tienen su público, yo entiendo que al final es un monólogo. Pero hay unos otros libros como Mis amigas las truchas que están curiosos, son mucho más entretenidos. Delibes no era la "alegría de la huerta" aunque tenía su humor. Ese aire pesimista que tenía, puede verse reflejado en sus novelas y entiendo que puede haber gente a la que no le guste.

P: Últimamente está investigando al "Delibes Marinero", reflejado, por ejemplo en Pedro, en La sombra del ciprés es alargada. ¿Qué puede contarnos sobre ese perfil del escritor?

J.U.: El Delibes marinero es alguien muy desconocido. Cuando llega la Guerra, Miguel estaba en Valladolid y en el año 38 se va como voluntario. Él está en zona Nacional, y se va con los nacionales a la marina, primero en el Buque-Escuela "Galatea", donde se familiariza con el mar y conoce los términos marineros. Y luego le trasladan al crucero Canarias. He tenido que pedir documentos al Museo Naval y en El Ferrol. Delibes estuvo más de un año en el crucero Canarias, lucho como cualquier soldado durante la Guerra. Tenía la base en Palma de Mallorca y se manejaban en toda la zona del Mediterráneo. Cuando acaba la guerra, Miguel estuvo apuntado a la Escuela Naval Militar, es decir que estuvo cerca de haber sido para toda su vida marino. Es más, incluso llegué a descubrir que tuvo dos medallas colectivas cuando acabó la guerra por sus hazañas en el crucero Canarias. Y bueno, hay dos libros o tres que nombran al Delibes marinero: La sombra del ciprés es alargada, La partida también tiene algo de mar, y sobre todo un libro que se llama Madera de héroe en el que el protagonista, Gervasio, viene a ser Miguel Delibes en muchas cosas. Lo investigué a fondo y me di cuenta de que el número de marinero que tenía Gervasio en el libro es el mismo que tuvo en realidad Delibes cuando estaba en crucero Canarias. Algunos de los mandos que tiene el protagonista en ese libro fueron reales, y los tuvo el propio Miguel Delibes. Hay coincidencias entre el personaje de Madera de héroe y el Delibes marinero, y bueno, a él le queda un recuerdo más bien amargo, por el tema de la guerra; pero es una etapa de su vida poco conocida.

P: Es algo que merece la pena conocer porque, quizás por ser de Castilla, a Delibes no se le asocia tanto con el mar. Te has propuesto enseñar a escribir como Delibes: ¿cómo se acomete una tarea como ésta? ¿Cómo absorber ese estilo sobrio tan propio del autor vallisoletano hoy día?

J.U.: Mira, muy fácil. Yo siempre cuando doy charlas sobre Delibes, le digo a la gente que él es modelo para escribir por tres motivos: el primero que Delibes es sobrio, da mucho mensaje en pocas palabras, lo cual es muy bueno como escritor; dos, es un gran observador y observa divinamente, fíjate que Delibes no era agricultor y sin embargo tiene más de cien palabras sobre aperos de labranza y faenas del campo. El tipo no iba como un bulto por la vida, como una maleta, iba observando, preguntando. Además, tercero, es un hombre contenido: se ajusta a lo que quiere decir y no se excede mucho en nada. Eso nos enseña a escribir muchas cosas en pocas palabras, a no enrollarnos. A partir de ahí monté un libro, que se llama Aprende a redactar con Miguel Delibes y funciona muy bien: es un libro práctico de expresión escrita, asunto sobre el que hay muy poco escrito. Me dije: ahí tengo un hueco importante con Delibes. Lo emplean sobre todo alumnos de la ESO y bachillerato que quizás sacaban cuatros porque no sabían expresarse bien.

P: A propósito de bachillerato, ¿qué opinas sobre los temarios de literatura española que hay en bachillerato y en los últimos cursos de la ESO? ¿Se está olvidando a Delibes en las aulas?

J.U.: He leído hace poco que en segundo de bachillerato lo estaban marginando un poco más... bueno, Delibes no es el centro del Universo, hay un montón de buenos escritores y España es lo bueno que tiene, que tenemos tantísimos que establecer un ideal  de escritores españoles de todos los tiempos es complicado. Es más, ni saldría Miguel Delibes, porque estarían antes Quevedo, Lope de Vega, Cervantes, Gonzalo de Berceo. Ahora, ¿a Delibes se le tiene que estudiar? Sí. ¿Qué problema hay? Pues que es menos mediático que Cela, por ejemplo, por establecer una comparación de su tiempo. Y no es que Cela sea mejor ni peor que Delibes, pero supo cómo manejarse, le gustaba eso de la televisión, los medios, hacer alguna guasa,  decir algún taco. Y esa introversión de Delibes, siendo de la misma calidad literaria, le hizo ser quizás menos conocido. Así que, al final, se ve un poco más a Cela que a Delibes en las clases de bachillerato. El estilo casero y castellano de Miguel Delibes es una maravilla, otra cosa es que el Ministerio o las autonomías lo vean así, claro.

P: ¿Tienes alguna anécdota sobre tu trato con Delibes con la que cerrar esta entrevista?

J.U.: Sí, la primera es cuando yo le escribí y le dije por carta "Mire, yo soy un español de a pie, estoy haciendo mi tesis doctoral sobre su lenguaje rural principalmente, me gustaría verle". Recuerdo- ya estaba muy mayor- que me respondió: "No viajo, no cazo, no leo. Soy una especie de vegetal con algo de cabeza... no recibo visitas. Pero usted escríbame si quiere que yo le voy a responder." Y efectivamente, llegó a mi casa una carta, y otra, y otra. Creo que son 19 las que tengo: del propio escritor, con mil comentarios. Luego, él estaba ilusionado con mi tesis y me envió otra carta en la que decía que se alegraba mucho de mi máxima calificación y la llamaba 'nuestra tesis'. Un hombre muy amable con alguien como yo, que ni le conocía y que al final lo he hecho un poco todo por amor al arte. Yo me quedo con esa parte del Delibes amable y cariñoso conmigo.

P: Muchas gracias, Jorge Urdiales, ha sido un placer hablar contigo.

Fotografía: Jorge Urdiales. Fuente: http://www.jorgeurdiales.es

Periodistoides UVa

Autor

Lucía, Jesús, Lara, Emma y Clara. Somos cinco estudiantes de periodismo escribiendo sobre y para Delibes. ¡Gracias por visitarnos!

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Imágenes tomadas de la web Fundación Miguel Delibes.