lunes, 27 de abril de 2015

DELIBES, PERMANENTEMENTE ENAMORADO DE SU SEÑORA DE ROJO


“Una mujer que, con su sola presencia, aligeraba la pesadumbre de vivir”

En Señora de rojo sobre fondo gris, un pintor laureado se dirige a su hija para explicarle cómo fue el fallecimiento de su madre, trasunto de Ángeles, esposa del autor; que la joven no pudo presenciar por hallarse detenida como consecuencia de sus actividades políticas antifranquistas.

Ana representa el equilibrio entre la actitud femenina sumisa y la reivindicativa, en Señora de rojo sobre fondo gris (1991), título que hace referencia al cuadro de la novela pintado por García Elvira, que no es otro que el pintor García Benito, de igual modo otros personajes enmascaran nombres como Evelio Estefanía que es Julián Marías; César Varelli con César Alonso de los Ríos, o Primitivo Lasquetti que evoca a Francisco Umbral.

La muerte como constante de la narrativa delibeana, vuelve a ser protagonista de una narración que emana desolación y configura un homenaje póstumo del escritor a su esposa, que sugiere la imagen de la perfecta casada en la que confluyen numerosas virtudes expuestas en un largo soliloquio, en el que el narrador enhebra anécdotas significativas que ponen de manifiesto el carácter, la personalidad y la atmósfera que generaba la presencia de la esposa ausente. 

Un personaje artísticamente pleno que roza la inverosimilitud por una disfunción entre el estímulo -elegía con un fuerte torrencial de subjetivismo autobiográfico- y el medio adoptado -una ficción-. Pero la desmedida estima del marido a su señora de rojo se justifica porque del mismo modo que Delibes ensalza la personalidad de la mujer, desdeña la del pintor orgulloso de su esposa, hasta solaparse la temática falta de autoestima del pintor por su crisis artística y existencial, con el relato del recuerdo de Ana. 



La personalidad de la esposa, no solo era apreciada por Nicolás, sino también por todas aquellas personas próximas a ella, llegando incluso a penetrar ese sentimiento en los lectores. Decidida, intuitiva, afable, carismática, culta… son algunos de los muchos calificativos que se le encasillan en la lectura; “En la universidad había profesores muy guapos, pero que recomendaban libros muy feos”, clamó Ana ante su elección de dejar los estudios, mostrando su carácter de decisión.


La novela es una reflexión atemporal masculina sobre la fortaleza y valentía de la mujer que arranca en su enfermedad mientras en él se da el desvalimiento. La cavilación incesante de Nicolás es revivir el pasado y rectificarlo, y con el fin de hacer presente en su vida la carencia que le asalta, utiliza como defensa el alcohol. No se llega a conocer el auténtico estado del matrimonio, ya que Nicolás va mezclando con sus propias preocupaciones el recuerdo de Ana, al igual que Carmen se iba refiriendo cada vez más a sí misma y menos a Mario. Solo que, mientras esta trató de combatir su malestar rebajando a Mario, Nicolás intenta calmar su conciencia elevando al máximo la imagen de Ana. La energía e inspiración del pintor va disminuyendo a la vez que la atividad frenética de su mujer se ve reducida, y aquellos tiempos de cuadros rellenos dejan paso a la incapacidad de plasmar algo en el lienzo.


Tras esta experiencia, Delibes, anima a disfrutar de todos los momentos y de todas las personas. “Transmite un amor tan profundo. Además veo a mi padre y a otros miembros de mi familia, por eso me llega más". Así, describe Jorge Delibes, uno de los dieciocho nietos del autor, que recomienda la lectura de este libro a todo el mundo, ya que el vallisoletano logra poner la carne de gallina a los lectores con los sentimientos y la tristeza del pintor Nicolás.

El paralelismo entre la muerte de Ana y el dictador Franco parece marcar el fin de la España tradicional del régimen, del que el texto da una imagen bastante clara, política y socialmente: la mujer pone sus facultades intelectuales y personales a exclusiva disposición de su marido, no sintiendo esto como una enajenación, sino como la “felicidad”. El amor hacia Ana deja paso a la admiración por su capacidad de satisfacer. Delibes cuenta la historia de una vida dedicada al arte y a la estética.


Es destacable la depuración extrema del monodiálogo para conseguir la máxima naturalidad comunicativa desarrollada con un castellano sencillo y el ahorro tanto de extraños cultismos como de abundantes frases coloquiales; lo que podría ser fruto de la vivencia autobiográfica del autor. 

Señora de rojo sobre fondo gris, es La amada inmóvil de Amado Nervo o los Cien sonetos de amor a Matilde de Neruda, es el relato de una despedida, una obra dedicada a una presencia viva en el recuerdo,un canto de amor a la angustia de la pérdida de situaciones en apariencia corrientes y triviales donde el amor es permanencia a pesar del óbito; es el recuerdo de la dicha, de una vida afortunada en la que “bastaba mirarse para saberse”.



Periodistoides UVa

Autor

Lucía, Jesús, Lara, Emma y Clara. Somos cinco estudiantes de periodismo escribiendo sobre y para Delibes. ¡Gracias por visitarnos!

5 comentarios:

  1. Sin duda una mujer única. La apuesta perfecta. Miguel Delibes, uno de los grandes autores del siglo XX, fue un hombre apasionado. Enamorado del arte, de la escritura y de su esposa. Ángeles fue un pilar muy importante en su vida y desde que ella falleció, en 1974, Delibes sufrió una etapa de sequía literaria.
    Las chicas de amArte queríamos daros la enhorabuena por entradas tan buenas como ésta. Las lágrimas son difíciles de contener cuando se nos muestra una historia de amor tan bella como ésta. Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Sin duda una mujer única. La apuesta perfecta. Miguel Delibes, uno de los grandes autores del siglo XX, fue un hombre apasionado. Enamorado del arte, de la escritura y de su esposa. Ángeles fue un pilar muy importante en su vida y desde que ella falleció, en 1974, Delibes sufrió una etapa de sequía literaria.
    Las chicas de amArte queríamos daros la enhorabuena por entradas tan buenas como ésta. Las lágrimas son difíciles de contener cuando se nos muestra una historia de amor tan bella como ésta. Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Me ha ayudado a entender mejor todavía la novela, gracias

    ResponderEliminar
  4. Delibes siempre tendrá un lugar en mi corazón. Su sensibilidad me conquistó hace muchos años y lloré su muerte como la de un gran amigo.

    ResponderEliminar
  5. Lo siento pero en 11 páginas, hay tanta miel que me está empacado. De todas formas sigo. La lectura es una pasión.

    ResponderEliminar

 

Copyright © . Miguel Delibes 2.0 . Derechos reservados.
Editado por Grupo Periodistoides UVa.
Imágenes tomadas de la web Fundación Miguel Delibes.